miércoles, 15 de julio de 2009

Dios Madre Existe

Nuestro Padre y nuestra Madre en el cielo

Dios ya nos ha mostrado, mediante toda la creación, su invisible deidad masculina y femenina, como el Padre y la Madre. La Biblia también nos enseña que Dios es tanto nuestro Padre como nuestra Madre.

Mt. 6:9 『Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, […]』

Jesús nos enseña a llamar a Dios, "Padre". Teniendo en cuenta lo que dice la Biblia, está claro que Dios es nuestro Padre espiritual.

Luego, ¿quiénes somos "nosotros", quienes llamamos a Dios, "Padre nuestro"? Somos los salvos. La Biblia dice con claridad que tienen que existir Dios Padre y Dios Madre para nuestra salvación.

Gá. 4:26Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.』

La Biblia es inspirada por Dios, y puede hacernos sabios para la salvación (2 Ti. 3:15-16).

El libro de Mateo registra la verdad sobre Dios Padre, y el libro de Gálatas contiene la verdad acerca de Dios Madre.

Tienen que existir tanto Dios Padre como Dios Madre para el pueblo salvo. Si alguno cree en Dios Padre solamente, nunca podrá ser salvo en estos últimos días.

El enemigo de Dios Madre

El dragón (la serpiente antigua, el diablo) es el enemigo de la mujer
Tenemos Dios Padre y Dios Madre.
La Biblia nos enseña a proseguir en conocer a Dios. Por eso, debemos conocer también a Dios Madre para creer en ella.
Hace dos mil años, el enemigo (el diablo) persiguió a Dios Padre, quien había venido en la carne a esta tierra. A través del apóstol Juan, Dios ya había mostrado que el diablo perseguiría en gran manera a Dios Madre y la calumniaría en los últimos días.
Ap. 12:17 『Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.』
Dios puso enemistad entre la serpiente y la mujer, como está escrito en Génesis: "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar" (Gn. 3:15).
Esta profecía se refiere a los últimos días.
El libro del Apocalipsis declara que el dragón (el diablo) se llenó de ira contra la mujer, y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella.
De acuerdo a esta profecía, el enemigo inicuo (el diablo) estará de pie en la orilla del mar, haciendo guerra contra los 144 mil hijos reunidos por Dios Madre.
La Biblia ya había profetizado que la serpiente heriría a la mujer en el calcañar, y que la mujer heriría a la serpiente en la cabeza.
Según esta profecía, el diablo golpeará a la descendencia de la mujer, pero no será un golpe fatal. Sin embargo, el diablo sí sufrirá un golpe mortal.
La Biblia ya profetizó sobre la última batalla espiritual y la victoria final de la descendencia de la mujer sobre la serpiente. La manera de vencer es obedecer los mandamientos de Dios con una fe perfecta en el Padre y la Madre.
Tenemos que conocer a Dios Padre y a Dios Madre, creer en ellos, adorarlos de acuerdo a su voluntad y glorificarlos. Si no lo hiciéremos, Dios no aprobará nuestra fe, aun si estuviéremos satisfechos y nos sintiéremos orgullosos de ella.
No tiene sentido para nosotros adorar a Dios sin conocerlo, aunque lo hagamos con diligencia. Piensen en el sacrificio de Caín. Caín creía en Dios, pero no conocía qué clase de sacrificio le habría agradado. Él ofreció un sacrificio para satisfacerse a sí mismo.Caín sacrificó ciegamente una ofrenda a Dios, y lo adoró e invocó en ignorancia.
Dios no se complació con su ofrenda. Pero el sacrificio de Abel fue aceptado porque él sabía qué agradaba a Dios y le ofreció la sangre de un cordero.

El Espiritu y La esposa dan el agua de la vida


El Espíritu y la Esposa dan el agua de la vida

Solamente Dios puede darnos vida eterna. Por esta razón, la Biblia dice que debemos proseguir en conocer a Dios. Cuando lo conozcamos, podremos ir hacia él.

Ap. 22:17-19 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente. Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.』

El Espíritu simboliza a Dios Padre, y la Esposa simboliza a Dios Madre.
El Espíritu y la Esposa, el Padre y la Madre, dicen: "Vengan, y tomen del agua de la vida". Para ir hacia el Padre y la Madre, antes debemos conocerlos. Y es necesario que comprendamos que solo nuestro Padre y nuestra Madre pueden darnos vida eterna. Sin dirigirnos hacia el Espíritu y la Esposa, no podemos hallar el agua de la vida que puede curar a la humanidad.

Estas palabras no deben ser quitadas de la Biblia.Dios vino a esta tierra en carne, como el Espíritu y la Esposa, para llamar y salvar a sus hijos. Ahora el Espíritu y la Esposa (Dios nuestro Padre y la nueva Jerusalén nuestra Madre celestial) están guiándonos al reino eterno. Debemos conocerlos correctamente y recibirlos. Aunque seamos estorbados y tentados fuertemente por nuestro inicuo enemigo el diablo, debemos permanecer firmes en la fe para poder resistirlo.

Como hijos de Dios, seamos fuertes como los guerreros de Gedeón.Estamos felices de tener a nuestro Padre celestial, y somos realmente bienaventurados por tener a nuestra Madre celestial. Debemos permanecer en Sion, guardando los mandamientos de Dios y nuestra fe hasta el final.

Proclamemos hasta los fines de la tierra al Espíritu y la Esposa que nos dan el agua de la vida, y recibiremos la bendición de la vida eterna de parte de Dios Padre y Dios Madre.